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Género y relación con el trabajo

Genre et rapport au travail

Gender and relationships to work

« La nouvelle revue du travail », printemps 2017

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Publicado el jeudi 16 de juin de 2016

Resumen

Este corpus tiene por objeto interrogar de manera colectiva las “relaciones de género” y las “relaciones con el trabajo” en un contexto de exacerbación, en ambos registros y en sus intersecciones, de las tensiones entre las dinámicas de emancipación y la renovación o la agravación de las lógicas de dominación.

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Argumentos

Este corpus tiene por objeto interrogar de manera colectiva las “relaciones de género” y las “relaciones con el trabajo” en un contexto de exacerbación, en ambos registros y en sus intersecciones, de las tensiones entre las dinámicas de emancipación y la renovación o la agravación de las lógicas de dominación. Con ello, el sentido de los procesos de implicación/desinterés en el trabajo (profesional) se torna indudablemente más enigmático y merece una descodificación fina. De manera que no se trata de describir, una vez más, las múltiples desigualdades y discriminaciones que expresan el peso de las relaciones sociales de género, sino de interrogar el tema de la centralidad subjetiva del trabajo a partir de una perspectiva de género (1); de cuestionar, desde esa misma perspectiva, la relación con el trabajo a través de una exploración de las resistencias, de las emancipaciones, de las adaptaciones o de los acomodos a los imperativos del trabajo moderno (2); de explorar nuevas pistas de interpretación para pensar la relación con el trabajo (3).

1– Género, relación con el trabajo y centralidad del trabajo

¿Qué esperan del trabajo los hombres y las mujeres en un contexto socioeconómico particularmente deteriorado? Y además, ¿“quién” cree aún en el trabajo emancipador cuando el “trabajo moderno” parece cada vez más pesado, inhumano e individualizante, cuando los trabajadores viven a menudo el trabajo como una prueba solitaria? ¿Cuáles son los impactos de las dinámicas negativas del mundo laboral (precariedad, carreras y salarios bloqueados, ataques al sentido del trabajo, destrucción de los oficios, deterioro de los colectivos, prescripciones imposibles, multiplicación de instrumentos cuantitativos de control del trabajo...) sobre la relación de las personas, hombres y mujeres, con el trabajo? ¿Conllevan acaso esas dinámicas una relación que tiende al desengaño, al desencanto en el trabajo, o bien contribuye la posición singular de las mujeres en las relaciones de dominación a alimentar en ellas expectativas y esperanzas más grandes (porque para ellas lo que está en juego en el trabajo rebasa la esfera laboral y afecta todo el proceso de individuación)? ¿En qué se traducen esas expectativas? ¿En una mayor sumisión o resignación (a los imperativos del mundo laboral contemporáneo) o en la adopción de otras prácticas en relación con su actividad, su vida cotidiana, su consumo? En este último caso, ¿son esos modos de apropiación portadores de dinámicas emancipadoras? En caso afirmativo, ¿en qué sentido? También nos interrogaremos, en general más bien respecto a los hombres trabajadores, acerca del surgimiento de nuevas formas de compromiso en el trabajo, que en ocasiones revisten la forma de verdaderas innovaciones sociales y económicas (como la creación de espacios profesionales innovadores basados en los saberes compartidos, la organización de actividades cooperativas y gratuitas, Lallement, 2015).

2– Resistencias, emancipación en el trabajo y relaciones sociales de género 

“No perder la vida al ganársela”, no implicarse de una manera agonística en la competencia por los ascensos: es ésta una lógica en la que pueden entrar tanto hombres como mujeres. Así, se han podido observar resistencias entre los trabajadores de ambos sexos de profesiones intermedias que implican la negativa a pasar a ser ejecutivos, lo que ven como mayor sumisión y un trabajo más pesado, así como la “traición” de los compañeros. La diferencia es que unos y otras no están en las mismas condiciones y probablemente no tienden a movilizar los mismos resortes ni los mismos recursos para resistir.

La evocación del placer que se obtiene del trabajo, de la satisfacción de ejercer un oficio que a uno le gusta, también puede surgir en el caso de los profesionales que, para hacer carrera, deben renunciar a ejercer su “oficio” original. En ese caso, resistir al ascenso no tiene nada que ver con los discursos esencializantes sobre la (supuesta) menor apetencia de las mujeres por el poder y tampoco se puede explicar mejor únicamente por el impacto de la “doble jornada”. Sin duda, hoy hay que buscar los elementos de interpretación de ese tipo de comportamiento “fuera de la norma” (por no ser competitivos) por el lado de la relación con el trabajo, de su centralidad en la vida de los actores sociales, pero también por el lado de una relación a la vez íntima, “afectiva” y colectiva con el trabajo, apoyada en el apego a normas de oficio que definen el trabajo “bello”, así como en el deseo de poseer una “verdadera” calificación.

Cabe, pues, preguntarse si esas formas de resistencia se observan tanto en los hombres como en las mujeres; y de ser así, si se declinan de la misma manera para los hombres que para las mujeres. En una sociedad donde el modelo del “señor que gana el pan” sigue siendo muy fuerte, ¿cómo pueden los profesionales masculinos defender esa postura tanto en el trabajo (ante sus compañeros y la jerarquía) como en su familia y su círculo social? Si la renuncia a ambiciones de carrera es parte de las expectativas sociales destinadas tradicionalmente a las mujeres, ¿es por ello tan fácil para éstas adecuarse a dichas expectativas?

Entre los terrenos de la resistencia a las formas contemporáneas de la explotación y de la dominación se podrá prestar un interés específico a la importancia de la preservación y/o del desarrollo de la salud. ¿Cómo hacen las mujeres para preservar su salud, para anticipar su recuperación (por ejemplo cuando trabajan de noche), cuando se enfrentan a la división del trabajo doméstico entre los sexos? ¿Qué mañas hay, qué arreglos distintos de los que llevan a someterse a esa división? ¿Y qué hay de los hombres trabajadores? Efectivamente, éstos ya no pueden contar tanto como antes con sus compañeras para ocuparse en su lugar de ese trabajo reproductivo. Entonces, ¿cómo hacen para aguantar?

3. Un análisis de género de la relación con el trabajo: ¿hacia nuevas pistas teóricas de interpretación?

Este llamado a contribuciones de la NRT centrado en el tema de la relación con el trabajo puede sin duda alguna permitir identificar o experimentar a un nivel más teórico las relaciones entre implicación/desinterés en el trabajo y género.

Una primera perspectiva consistiría en prolongar la hipótesis de D. Kergoat y E. Galerand sobre el “potencial subversivo de la relación de las mujeres con el trabajo”: no es el trabajo mismo, sino la relación particular que las mujeres mantienen con el trabajo debido a las posiciones que ocupan en la división sexual del trabajo lo que fundamenta esa relación potencialmente subversiva. Así, la relación positiva con el trabajo de cuidado de las personas, tal como se ha podido observar en muchas trabajadoras que realizan esas actividades, puede deberse en parte a que ese tipo de trabajo rehabilita teóricamente el trabajo doméstico como trabajo. No se puede reducir ese fenómeno tan sólo a las relaciones de dominación. Ahora bien, esa relación con el trabajo es sólo “potencialmente” subversiva y se requiere pasar a un nivel colectivo, que fue lo que ocurrió durante el movimiento social de la coordinación de enfermeros en los años 1980.

Se podría identificar otra perspectiva, ya sea del lado de la exploración del placer en el trabajo (lo que permite aguantar aun cuando la situación profesional sea precaria, no reconocida, mal pagada), o bien por el lado de la conflictualidad: ¿cómo hacer avanzar los derechos sociales para que el trabajo sea algo más que una fuente de dificultades al tratar de conciliar la vida privada con  la vida profesional?.

La Nouvelle Revue du Travail espera contribuciones originales, que movilicen estudios empíricos en los sectores de empleo más variados (no específicamente caracterizados por una sobrerrepresentación de las mujeres), en torno a los siguientes ejes:

  1. Género, relación con el trabajo y centralidad del trabajo.
  2. Resistencias y emancipación en el trabajo y relaciones sociales de género: ¿cuáles son las posturas profesionales innovadoras o críticas (respecto al trabajo, la carrera, el salario, la preservación de la salud...)?; ¿qué dimensión de género se expresa en esas posturas? ¿Qué formas de resistencia individuales y colectivas al trabajo están actuando hoy? ¿Cómo se articulan acción colectiva de transformación del trabajo y género?
  3. Nuevas pistas de análisis de las relaciones “género y trabajo”.

Esos diferentes ejes podrán tratarse por separado en las diferentes contribuciones o de manera articulada.

Referencias

Galerand E., Kergoat D. (2008), “Le potentiel subversif du rapport des femmes au travail”,

Nouvelles Questions Féministes, vol. 27, pp. 67-82

Kergoat D. (2012), “Le potentiel subversif du rapport des femmes au travail”, in Se battre disent-elles, Paris, La Dispute.

Lallement M. (2015), L’Âge du faire. Hacking, travail, anarchie, Paris, Le Seuil. 


Fecha(s)

  • samedi 01 de octobre de 2016

Archivos adjuntos

Palabras claves

  • care, corvéabilité, émancipation, genre, rapport des femmes au travail, rapports sociaux de sexe, travail domestique

Contactos

  • Arnaud Chabrol
    courriel : nrtravail [at] gmail [dot] com

Fuente de la información

  • Arnaud Chabrol
    courriel : nrtravail [at] gmail [dot] com

Para citar este anuncio

« Género y relación con el trabajo », Convocatoria de ponencias, Calenda, Publicado el jeudi 16 de juin de 2016, https://calenda-formation.labocleo.org/370130

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