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Retos sociales y políticos del caminar en la ciudad

Enjeux sociaux et politiques de la marche en ville

Political and Social Challenges to Walking in Town

Revue « Espaces et sociétés »

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Publicado el vendredi 17 de février de 2017

Resumen

Para el urbanismo funcionalista, la caminata es un modo de desplazamiento secundario en un sistema de transporte a escala de la aglomeración, o bien una actividad de ocio en lugares privilegiados – espacios verdes o centros urbanos turísticos y mercantiles. La accesibilidad pedestre, lejos de ser universal, es muy desigual según los espacios urbanos o las categorías de población.

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Argumentos

El urbanismo del siglo XX, regido por el Estado o por el mercado, ha asignado al caminar dos funciones desplegadas de forma muy diferente en los espacios urbanos. Por una parte, el caminar ha sido percibido como una forma auxiliar de desplazamiento, limitada a acceder a los vehículos individuales o colectivos que permiten el uso de infraestructura de circulación a escala de una aglomeración o de su región. Este sistema ha favorecido distancias que sólo pueden ser cubiertas por transportes rápidos, contribuyendo así a la segregación socio-espacial. También ha creado obstáculos mayores para los desplazamientos a pie (cortes en el tejido urbano, inseguridad vial, molestias de diferentes tipos, entre otros) que han reducido el rendimiento de corto alcance del desplazamiento pedestre. En las ciudades contemporáneas, la accesibilidad peatonal es muy desigual en función de la localización (centro denso, suburbios estructurados por grandes ejes o circunvalaciones, periferias de urbanización reciente, etcétera) y de limitaciones personales (personas con movilidad reducida, dependencia al automóvil, rareza, ausencia o costo del transporte colectivo, etcétera).

Por otra parte, la caminata ha sido inversamente concebida como una actividad de ocio para la cual se han diseñado lugares específicos para distintos públicos. La popularización del “arte del paseo” (Solnit, 2001) implicó, desde el Renacimiento, abrir al público parques y jardines que fueron, posteriormente, integrados como “espacios verdes” por el urbanismo funcionalista. La deambulación comúnmente familiar en las arterias comerciantes, en los bulevares o las Ramblas, así como el desarrollo del turismo, han justificado ampliar las aceras para favorecer el paseo frente a los escaparates, crear galerias y “pasajes” cubiertos, peatonalizar calles de los centros históricos o crear circuitos pedestres para la valorización del patrimonio. El reciente “regreso del caminar en la ciudad” (Thomas 2004 ; Papon & de Solère 2010) se expresa en un corpus literario y mediático que valora el deambular, la realización personal o la exploración urbana y justifica una nueva “ludificación” (Latouche & Laperrière 2001 ; Monnet 2012) de espacios ya centrales: vías designadas como peatonales, compartidas o de tránsito calmado, plazas reordenadas para la reducción de la circulación o del estacionamiento de vehículos, riberas fluviales rehabilitadas para actividades pedestres, etcétera.

Así, el caminar no aparece simplemente como el modo de acceso universal a los recursos que ofrece una ciudad, sino que revela y produce, en las prácticas, las representaciones y los acondicionamientos urbanos, las relaciones de fuerza, las visiones políticas, las centralidades o las marginalidades, las segregaciones o las desigualdades. Este número temático convoca reflexiones sobre estas problemáticas, en particular a través de las preguntas siguientes:

I. ¿La distinción entre la caminata-ocio y el caminar-desplazamiento revela comportamientos sociales heterogéneos?

En la disyunción de las prácticas pedestres, ¿cuál es el papel de la segregación y de la especialización de los espacios? ¿Existen identificaciones colectivas diferenciadas que permitan la creación de grupos de interés? Se invita a verificar empíricamente la hipótesis según la cual el caminar utilitario da poco lugar a una “lógica de acción colectiva” (Olson, 1965) mientras que la caminata-ocio se presta mejor a ello. Podemos interrogarnos sobre lo que determina que un/a citadino/a se identifique más como un automovilista, ciclista o usuario del transporte colectivo y menos como un peatón. ¿Cómo evolucionan estas identificaciones con el desarrollo de prácticas ludo-deportivas pedestres (visita, senderismo, hacer footing, etcétera) o no (ciclismo) y con los nuevos artefactos de la movilidad individual (patinete, skate, patines, gyropodes …)?

II. También nos interesamos en las estrategias y tácticas de los y las caminantes frente a su entorno y a las desigualdades que revelan o producen.

¿Cómo impactan las características personales y las posiciones sociales (clases altas o populares, personas de la tercera edad, niños y niñas, mujeres, turistas extranjeros o grupos víctimas de racismo o de acoso policial, trabajadores de calle, etcétera) en estas estrategias y tácticas?  ¿Qué importancia tiene el miedo de perderse, de encontrarse en un lugar que tiene mala reputación o, de forma más general, la capacidad de orientarse? ¿Hasta qué punto las desigualdades de acceso o la dependencia al caminar son confirmadas o modificadas por la introducción de nuevas herramientas de telecomunicación? En particular, se tratará de mostrar la forma de organizarse en los espacios urbanos en donde no existe otra opción que caminar para poder circular: escaleras, calles demasiado estrechas para los vehículos, sectores peatonalizados para la valoración patrimonial, turística y/o comercial, zonas de autoconstrucción precaria sin vialidades y otros enclaves urbanos. ¿Existen formas de ayuda mutua o de exclusión específicas? También se invita a hacer el balance de varios decenios de creación de calles peatonales, en Europa y otras partes del mundo. ¿En qué medida la vida de barrio está renovada por esta política?

III. ¿Cuáles son los conocimientos que aportan las investigaciones empíricas sobre las dimensiones colectivas de los desplazamientos pedestres?

Nos preguntamos si la circulación pedestre es un indicador de la (dis)continuidad del tejido urbano. ¿Se puede hablar de “dependencia peatonal” para acceder a los servicios y a los transportes colectivos? ¿Quiénes son los peatones dependientes? ¿A qué espacios están restringidos? Las investigaciones pueden mostrar que la presencia o la ausencia de peatones revelan cómo se comparte la vialidad o el espacio público y como se regula formal e informalmente la copresencia de diferentes tipos de usos (residenciales, laborales, de tránsito, comerciales, turísticos…)¿En qué condiciones las multitudes (en las estaciones, los mercados, los grandes almacenes, los sitios de interés, etcétera) atraen o repelen la movilidad pedestre? ¿En qué entornos urbanos los indicadores de calidad del caminar (walkscore, índice de caminabilidad u otros) son pertinentes y cuáles son los actores que los desarrollan y con qué agenda(s) política(s)?

IV. ¿Cuáles son los valores colectivos asociados al caminar en la ciudad y cómo están definidos o delimitados? 

¿En nombre de qué y bajo qué condiciones el caminar se convierte en un objeto de movilización colectiva, de militantismo y/o de acción pública? Sería importante identificar los actores que están al origen de un movimiento o lo defienden, así como las finalidades sociales, políticas o económicas del mismo y los conflictos y expresiones de las relaciones de poder. Además, se podría analizar el proceso de construcción de un problema público entorno al caminar o de su reconocimiento como tal (Hassenteufel 2010 ; Honneth 2004), y las motivaciones de los y las interesados/as : defensa de la seguridad vial y de las poblaciones consideradas como vulnerables, promoción de los modos de transporte “no motorizados” o “activos”, protección de la salud y/o del “medioambiente”, reivindicación del “derecho a la ciudad” o de la movilidad… ¿Cómo están representados al caminar o los peatones en las reglamentaciones o en los actores patentados de la producción urbana y cómo evolucionan estas representaciones? ¿Qué lugar ocupa el caminar en las políticas de transporte o de planeación urbana y, en particular, en aquellas que buscan luchar contra la precariedad o la exclusión? ¿A qué negociaciones conducen estos objetivos dentro de las comunidades urbanas o metropolitanas?

Para completar estas preguntas, invitamos a autores y autoras a enviar trabajos que aborden otras propuestas relacionadas con los desafíos y el impacto social y político del caminar en la ciudad, sea cual sea el enfoque disciplinario, la metodología o el terreno de investigación. Este número temático cumplirá estrictamente con la línea editorial de la revista a favor de resultados científicos originales, presentados de forma precisa pero comprensible para un público multidisciplinario e internacional.

Coordinación del monográfico

  • Jérôme Monnet,
  • Ruth Pérez Lopez
  • Jean-Paul Hubert 

Modalidades de sumisión

  • 15 de julio 2017 : fecha límite para el envío de artículos

  • 15 de octubre 2017 : información a los/las autores/as

Dirección para la correspondencia

Exclusivamente en versión electrónica por e-mail a la direccione siguiente : es.marchenville@laposte.net

Los autores que duden sobre la pertinencia de su propuesta pueden contactar con las coordinadoras

Atención:

 La revista no pide propuestas de artículos sino directamente artículos,

  • Los artículos no deben sobrepasar los 42.000 caracteres (espacios incluidos), contabilizados el texto, las notas, las referencias bibliográficas y los anexos, pero no los resúmenes.
  • Los consejos a los/las autores/as figuran en cada número de la revista.
  • Las normas de presentación y los consejos a los/las autores/as están disponibles en la web de la revista: http://www.espacesetsocietes.msh-paris.fr/conseils.html
  • La revista recuerda que todos los/las autores/as pueden enviar en cualquier momento artículos de miscelánea (fuera del monográfico), siempre que conciernan a las relaciones entre espacios, territorios y poblaciones en un sentido amplio, y que respeten las normas de publicación. En caso de ser aceptados, estos artículos serán publicados rápidamente.

Referencias 

Hassenteufel, P. 2010. « Les processus de mise sur agenda. Sélection et construction des problèmes publics », Informations sociales, n° 157, p. 50-58.

Honneth, A. 2004. « La théorie de la reconnaissance. Une esquisse », Revue du mauss, no 23, p. 133-136.

Latouche, D. ; Laperrière, H. 2001. « Faire la fête ou faire la tête », Agora débats/jeunesses, n° 24, p. 95-104.

Monnet, J. 2012. « Villes et loisirs. Les usages de l’espace public », Historiens et Géographes, n° 419, p. 201-213.

Olson, M. 1965 [2011], Logique de l’action collective, Bruxelles, Éditions de l’université de Bruxelles.

Papon, F. ; Solère, R. (de) 2010. « Les modes actifs. Marche et vélo de retour en ville », La mobilité des Français. Panorama issu de l’enquête nationale transports et déplacements 2008, Paris, cgdd, p. 65-82.

Solnit, R. 2001. Wanderlust. A History of Walking, New York, Penguin.

Thomas, R. 2004. « L’accessibilité des piétons à l’espace public urbain », Espaces et sociétés, n° 113-114, p. 233-249.


Fecha(s)

  • samedi 15 de juillet de 2017

Palabras claves

  • marche à pied, inégalité, mouvement social, mobilité durable, urbanisme

URLs de referencia

Fuente de la información

  • Anne de Reyniès
    courriel : espacesetsocietes [at] msh-paris [dot] fr

Para citar este anuncio

« Retos sociales y políticos del caminar en la ciudad », Convocatoria de ponencias, Calenda, Publicado el vendredi 17 de février de 2017, https://calenda-formation.labocleo.org/395139

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